miércoles, 24 de noviembre de 2010

Los males de la colonia son los vicios de la República

En el libro “Historia de la Crueldad Argentina” coordinado por el Sr. Osvaldo Bayer puede vislumbrarse claramente cómo el Estado Nacional Argentino fue forjando su identidad y anclando sus cimientos en la lógica genocida heredada de la colonia.

Lo que parece un dato histórico de notable obviedad, creo que resulta clave para comprender la actual represión que viven los hermanos pertenecientes a los pueblos originarios que quedaron sobreviviendo dentro de las líneas imaginarias que se demarcaron para la división política de los estados actuales (demarcación realizada a fuerza de sangre, saqueo, usurpación y fuego).
Es notable cómo parece ser algo tolerable dentro de un “estado de derecho” que miles de ciudadanos argentinos estén sufriendo a diario la represión fruto del racismo, la marginación, la intolerancia, el abuso de poder y la codicia, de quienes parecen no perdonarles que su desaparición no haya sido absoluta.
Tan arraigada está esta lógica colonial dentro del cotidiano actuar de la República, que de a poco y a fuerza de impunidad, los males de la colonia han ido convirtiéndose en los vicios de la República.
Vicios a los que el Estado Argentino hecha mano cada vez que algún colectivo originario intenta poner en cuestión el reparto de la tierra, el carácter genocida de la apropiación del territorio histórico y su cotidiano accionar totalitario.

Nuevamente, bajo el disfraz cínico de la “Patria Federal" se permiten, avalan, financian promueven y solapan, todo tipo de actos intimidatorios tendientes a despojar de voz a aquellos que osen poner en cuestión o denuncien los verdaderos intereses del Estado.
Esto se torna evidente cuando la Federación del Pueblo Pilagá en la Provincia de Formosa inicia una demanda colectiva de indemnización por daños y perjuicios, lucro cesante, daño emergente y daño moral contra el Estado Nacional Argentino ante el Juzgado Federal de esa provincia en el año 2007, por la matanza de Rincón Bomba llevada adelante durante el segundo año de la primera presidencia de Perón, en la que fueron masacrados miles de hermanos inocentes.
Al contestar esta demanda, el Estado Argentino negó que se tratara de un crimen de lesa humanidad, negó el carácter de pueblo originario de los pueblos toba qom y mocoví mocoi y negó también que el genocidio sea imprescriptible. (1)
Hoy Formosa nuevamente sale a parir una mala noticia. Una represión policial ciega la vida de un agente policial y de un hermano originario en una localidad en la que hace ya rato, se hacía evidente la necesidad de una intervención federal en el conflicto.

Los hechos de ayer fueron el desenlace de una protesta que comenzó hace más de cuatro meses y de la que formó parte un grupo de la comunidad toba, integrante de la Colonia La Primavera, a 190 kilómetros al norte de la capital formoseña. Los manifestantes cortaron la ruta nacional 86, en reclamo por la titularidad de un predio de unas 600 hectáreas que el Estado provincial pretende utilizar para una universidad agropecuaria. (2)

Nuevamente represión violenta, abuso de poder, apropiación, expulsión y muerte. Nuevamente los males de la colonia perpetuados en los vicios de la República. Pero los socios del “Gobierno Progresista” no se tocan, como tampoco se visivilizan sus acciones en los minutos preciosos del oficialismo mediático, que en nombre de la necesidad de hacer visibles todas las mentiras de “la derecha” invisiviliza por omisión todas las agachadas “de la izquierda progresista”, entre ellas, la de no pronunciarse oficialmente por los resultados de una represión para todo el mundo inaceptable.

Por eso creemos que no puede haber reparación histórica, ( y así lo hemos planteado a la Diputada Silvia Vázquez, promotora de la ley de reparación histórica en el Congreso de la Nación) si el Estado Argentino no asume su carácter Genocida y procura realizar una investigación amplia de los métodos, los medios, los capitales y las personas, que financiaron este proceso de construcción histórico político para luego, resarcir a las víctimas de esta construcción y por supuesto plantearse una construcción distinta, que no esté basada en el genocidio y en la apropiación de los territorios que las víctimas ocupan, en la violencia, en la marginación y en el despojo.
Por eso es que desde Fundación Deuda Interna repudiamos este hecho y acompañamos a los hermanos del pueblo Qom, duplicando nuestro compromiso de investigar a fondo el genocidio contra los pueblos originarios de Argentina por medio de la Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina.

Ya hemos presentado los documentos abajo adjuntos dirigidos a la Sra Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, de donde depende el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) dirigido por el Sr. Daniel Fernández.
El tiempo dirá si el Estado Nacional Argentino está dispuesto a reparar los daños que produjo y que sigue produciendo, la construcción de si mismo.

Citas:

1) http://www.lavoz.com.ar/suplementos/temas/el-pasadosiempre-vuelve

2) http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-157469-2010-11-24.html

Emilio Iosa
Presidente de Fundación Deuda Interna

Adjuntamos Declaración de Adhesión de la Legislatura de la Provincia de Córdoba a la Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina, invitando a la difusión de este proyecto y a la participación democrática en el mismo de todas aquellas instituciones que estén trabajando en la investigación del genocidio.














martes, 28 de septiembre de 2010

Más allá de las fronteras del "Estado de Derecho"

Creo que no cabe ninguna duda de que la República Argentina fue fundada (a fuerza de sangre y genocidio) en el arrebato de las tierras en las que vivían las naciones originarias preexistentes a la formación del Estado Nacional.
Para sostener esta afirmación puede citarse la siguiente frase del ex presidente Argentino Don Domingo Faustino Sarmiento, considerado el "Gran Hombre de la Patria", aclamado en las escuelas de toda la Nación como el ejemplo a seguir por nuestros hijos y como si fuera poco, instalado como una de las figuras principales de nuestro actual papel moneda.

El mismo afirmaba...


"¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado".
Fuente: (El Progreso, 27/9/1844; El Nacional, 25/11/1876).

De esta sola frase pueden deducirse los fundamentos y los cimientos del Estado Nacional Argentino, que no sólo no ahorró "sangre de gaucho" para llevar adelante su plan desarrollista de concepción euro céntrica, sino que continúa (por medios ya más sutiles como la marginación, el olvido, la invisivilización y la miseria) exterminando a quienes desde su forma de vida, su cultura, su conciencia, su idioma, sus leyendas y creencias, osan demostrar que existe al menos una alternativa a un modelo de desarrollo capitalista, imperialista y neocolonial, que no sólo mantiene en el oprobio a miles de hermanos de todas las razas y procedencias, sino que atenta contra la vida misma en nuestro planeta .


Es por esto que considero que la firma del Documento TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina) sea tal vez el paso más concreto que se ha dado en el "Bicentenario de la Patria" para instaurar la búsqueda de un consenso amplio que permita dar nacimiento a una nueva nación, fundada en los principios de justicia, hermandad, solidaridad y respeto, no sólo por los derechos de los seres humanos, sino por los de la Madre Tierra, como lúcidamente lo expresaron los hermanos participantes de la "Cumbre de Cochabamba" en la hermana República Plurinacional de Bolivia.


Es por esto que junto a la Comisión Territorial Wichí de Misión Chaqueña, Fundación Deuda Interna continúa apostando, con esfuerzo y cuesta arriba, a terminar con la impunidad de quienes aprovechan el escenario de los territorios que se encuentran "Más allá de las fronteras del Estado de Derecho", para perpetuar el accionar de quienes los precedieron.

Con la lógica del despojo, de la violencia y la explotación, se continúa hoy en día llevando a la práctica el mandato de quien "con la espada, con la pluma y la palabra" expresara con total desparpajo y dejara marcado a fuego en los cimientos del Estado Nacional, su pensamiento y accionar totalitario y genocida.

El siguiente informe fue filmado junto a los hermanos de la Comisión Territorial Wichí de la Comunidad de Misión Chaqueña, en presencia y con la buena disposición de una alta funcionaria del Estado en materia de Derechos Humanos (la Señora Ana González) que aunque no bajo la figura de visita oficial, pudo presenciar personalmente la situación vergonzante en la que viven los hermanos aborígenes Wichí del chaco salteño y los hermanos criollos campesinos.

Desmontes que continúan a pesar de las medidas cautelares de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, desalojos compulsivos, matanzas y mortandad de animales, explotación hidrocarburífera sin estudios de impacto ambiental y sin consulta comunitaria, desnutrición infantil, bajísimo cumplimiento de la educación bilingüe, paupérrimos recursos humanos, edilicios y didácticos en las escuelas rurales, accionar parapolicial, fumigaciones y contaminación, son sólo algunos puntos de la interminable lista de tragedias que ostenta la contradictoria "Argentina Federal y Sarmientina".
Creo que no nos cabe otra cosa que replantearnos, como lo proponen los hermanos Wichí en su Documento TIERRA, la deconstrucción de tanta barbarie.


Emilio Iosa
Presidente de Fundación Deuda Interna


lunes, 26 de julio de 2010

El Diario Argentino Página 12 se hace eco de los reclamos del Pueblo Wichí

Luego de dos meses de la firma del Documento TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina) las investigaciones llevadas adelante por la "Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina" comienzan a ser difundidas por los medios de comunicación masiva.
Es en este caso el diario Página 12 de Buenos Aires el que toma la iniciativa de "desinvisivilizar" este reclamo aborigen.
Hubo un antecedente en una publicación el día 8 de julio en un diario de tirada local de la ciudad de Alta Gracia (llamativamente "La Ciudad del Che") pero no se había obtenido respuesta hasta el momento de los grandes medios nacionales.
Nos alegra saber que para Página 12 no sólo son humanos los derechos de los desaparecidos de la última dictadura militar, con los cuales nos solidarizamos, sino también los de los hermanos originarios que buscan ser escuchados por el resto de la sociedad, con un reclamo que cala en lo profundo de la estructura del Estado.
Existe un escándalo público (tal vez válido) porque dos jovencitos no quieren conocer su verdadera identidad, pues bien, es llamtivo cómo parece no generar escándalo público que miles de personas de los pueblos originarios busquen preservar su identidad desesperadamente.
El hallazgo de "fosas comunes no investigadas" en el Bicentenario Argentino es a mi juicio personal el escándalo más grosero que se pueda ostentar en el cumpleaños de una Nación, si de escándalos se trata.
Pero si se trata de la historia de nuestro país y de la forma en que "deconstruimos" el Estado, este sea tal vez el primer paso para desenmascarar el accionar de una Nación que, tanto en períodos dictatoriales como democráticos, sentó sus bases en un genocidio premeditado y que lejos de ocuparse de los problemas que más duelen en su interior profundo, se dedica a ocultar deliberadamente su sistemático accionar totalitario.
Nos queda ahora pensar si a este primer paso se le sucederá un segundo.
Queda entonces esperar que las instituciones del Estado tomen la responsabilidad que les compete y que el Documento TIERRA firmado en la comunidad Wichí de Misión Chaqueña (que lejos está de ser lo que la cúpula oficial indígena presentó a la Presidenta de la Nación durante la semana de mayo) sea valorado por quienes se encargan de decidir lo que es importante o accesorio en el cuadro nacional. La Legislatura de la Provincia de Córdoba dio este primer paso tomando estado parlamentario un "Proyecto de Declaración".
Mientras tanto, las comunidades aborígenes de Argentina se preparan para algo mucho más notorio que una marcha con plumas y tambores en una calle ancha de la Capital Federal y que tiene que ver con la investigación profunda del genocidio perpetrado por el Estado Argentino desde su nacimiento.
"Hacer nacer un país nuevo, con un espíritu nuevo" puede leerse en el Documento TIERRA.
Políticamente, algo nuevo al fin escrito bajo este cielo.

Emilio Iosa
Presidente de Fundación Deuda Interna

Abajo el link de la noticia del Diario Página 12

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-150157-2010-07-26.html

lunes, 28 de junio de 2010

El Genocidio Invisible

*Por Emilio Iosa

Transcurriendo el último día de trabajo de la “Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina” y luego de tomar testimonios durante varios días a todos los abuelos Wichí cuya memoria intentaba filtrarse entre las rejas del miedo, del dolor y del olvido, el presidente de la comunidad de Misión Wichí, de la localidad salteña de Rivadavia Banda Sur, se acercó a la casa donde descansábamos para hacernos un último pedido.

Quería que tomemos un testimonio final antes de retirarnos en la madrugada de ese Mayo del “Bicentenario Argentino” que se apagaba para siempre.

Teníamos que asistir a un hogar en donde acababa de morir un niño Wichí, de desnutrición, según nos dijeron, como tantos otros.

Aunque la noticia nos golpeó a todos, me alegró saber que la familia estaba dispuesta a contar su versión de los hechos y de la situación insoportable de su pueblo, dejando de acumular dolor para escupirlo frente a las cámaras que llevábamos como eléctricos testigos.

Nos comprometimos a ir. Antes de emprender el regreso, los miembros de la flamante “Comisión de Investigación del Genocidio” debíamos hacer un último esfuerzo y dar un salto desde el dolor pasado, desde la muerte pasada que fuera removida en la memoria de los abuelos del pueblo Wichí en días anteriores, al dolor presente, a la muerte presente de esa última jornada de mayo.

Encontramos llanto y silencio. Encontramos niños mirando sin comprender, encontramos pobreza, marginación y olvido.

Recuerdo que cuando el padre nos hizo señas para que pasemos a filmar al niño que yacía muerto en un catre, el camarógrafo del “Archivo Provincial de la Memoria” me dijo claramente “Yo no filmo eso” a lo que respondí de inmediato “Entonces dame la cámara”.

En un segundo pensé en todas las críticas. En los señalamientos de todos los intelectuales a los que les parece más tremenda la imagen de la muerte que la muerte misma, en el dolor de la familia, en lo sagrado y lo profano.

Pero también pensé en los niños que aún corrían alrededor de aquel hogar, en los hermanos caídos resistiendo la barbarie del Ejército Argentino, que emprendía un genocidio, fríamente calculado, hacia el norte del “Territorio Nacional”, arrasando con la vida de miles de hermanos nuestros con la excusa de “Civilizarlos”.

Pensé en las millones de hectáreas desmontadas años más tarde por las multinacionales sojeras y petroleras. Pensé también en la mirada impotente de los abuelos que quedaron y en la esperanza de los jóvenes firmantes del Primer Manifiesto Wichí hace menos de un año…

Era necesario filmar al padre vivo y al niño muerto.

Era impostergable, la necesidad de filmar a ese niño, pues de no ser así, su muerte se invisibilizaría nuevamente, como la de sus abuelos en la “Campaña del Chaco”.

Un niño Wichí muerto con signos evidentes de desnutrición en la localidad salteña de Rivadavia Banda Sur, República Argentina, año 2010, eso es todo en la imagen.

Todo. Menos de una semana después de que el Gobierno Nacional gastara millones de pesos en un festejo hipócrita y vergonzante, con la excusa del "Bicentenario Argentino".

Estas imágenes fueron filmadas y luego presentadas como prueba en la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el Sr. Domingo Vaca, presidente de la Comisión Territorial Wichí de Misión Chaqueña, pionera en la formación de la Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina solicitada en el Documento TIERRA por las comunidades asistentes al Primer Congreso Nacional para la Unión de los Pueblos Originarios de Argentina, en la comunidad Wichí de Misión Chaqueña, el 25 de mayo de 2010.

Lejos de pretender generar un impacto sensacionalista y vacío de contenido, este video silencioso intenta ser el crudo reflejo de un genocidio que no ha finalizado aún, sino que utiliza otros métodos para exterminar definitivamente a los Pueblos Originarios de América: invisibilización y olvido.

Creo que “La Memoria” debe extenderse hasta tiempos inmemoriales y no ser selectiva. Todo lo demás es desmemoria.

Creo que llegó la hora de investigar a fondo el Genocidio de los Pueblos Originarios de América, que como la pus bajo la piel, es inocultable y nos hace mucho daño.

Puede ser que tengamos que asumir (dolorosamente para muchos) que pisamos un “Estado Genocida”. Es cierto. Pero también puede que encontremos en ese “asumir” un horizonte nuevo. Y

encontrar un “Horizonte Nuevo” no es poca cosa en estos días.


*Emilio Iosa-Presidente de Fundación Deuda Interna



jueves, 10 de junio de 2010

SE PRESENTA "MEDIDA CAUTELAR" en CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Durante los días 8 y 9 de junio de 2010 se presentó en Capital Federal el Sr Domingo Vaca junto a su Asesora Letrada la Dra. María Elba Martinez, Coordinadora de la Regional Centro del Servicio Paz y Justicia, institución formada por el Premio Novel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Se presentó la "Medida Cautelar" ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación a fin de preservar las "Fosas Comunes" y los testimonios de las investigaciones realizadas por la Comisión Territorial de Misión Chaqueña y por miembros de la Federación Wichí de la Cuenca del Río Bermejo, con el apoyo de la Fundación Deuda Interna y de la Universidad Nacional de Córdoba y miembros del Archivo Provincial de la Memoria de la Provincia de Córdoba.
Luego el Presidente de la Comisión Territorial de Misión Chaqueña, Sr.Domingo Vaca ,junto a al Sr.Emilio Iosa Presidente de Fundación Deuda Interna y la Dra. María Elba Martinez concurrieron a presentar toda la documentación al Sr. Horacio Verbitsky donde se les realizó una entrevista para el diario Página 12.
Posteriormente se presentó copia de toda la documentación en el "Honorable Congreso de la Nación Argentina" obteniendo recibo de dicha presentación en las oficinas de la Diputada Nacional Silvia Vasquez, Diputada Nacional Susana Mazarella, Diputada Nacional Cecilia Merchán y Diputada Nacional Victoria Donda, esta última "Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías".
Adjuntamos las actas presentadas. Además se Presentó en todas las Instancias el Documento TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina) firmado en la comunidad Wichí de Misión Chaqueña el 25 de mayo de 2010.















lunes, 7 de junio de 2010

TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina) y acta de la "Comisión Nacional de Investigación del Genocidio"











Colgamos el video sobre la lectura del documento TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina) y a continuación las fotos de la declaraciónn ante escribano público de las primeras actas realizadas por la "Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina".















viernes, 14 de mayo de 2010

COMPROMISO HISTÓRICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA PARA CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE ARGENTINA


Publicamos un acta que consideramos que abre la puerta a un compromiso histórico por parte de la Universidad Nacional de Córdoba para con los reclamos de todos los Pueblos Originarios de Argentina.
En la mismas (haciendo clik para ampliarlas) se puede leer lo firmado por la Rectora de la Universidad al respecto.
Creemos que dicha institución cordobesa realizó el acto mas comprometido que haya hecho hasta el momento cualquier institución del Estado Nacional y que consiste en la intención real, por escrito, de movilizar sus fuerzas, sus recursos humanos y técnicos al servicio de los reclamos que históricamente fueron desatendidos por el Estado Argentino.
Creemos que estos reclamos tienen que ver con que todas las instituciones del estado asuman el compromiso real de investigar en el terreno, la situación y las demandas de nuestros hermanos originarios que van desde la investigación del genocidio hasta su situación de total marginación socio cultural y ambiental.
Nuestro sincero reconocimiento a la Universidad Nacional de Córdoba.
Consejo de Administración de Fundación Deuda Interna.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Nuestro Compromiso en el Bicentenario Argentino

En vísperas del "Primer Congreso para la Unión Nacional de los Pueblos Originarios de Argentina" a realizarse en la Comunidad de Misión Chaqueña, cuna del Primer Manifiesto Wichí, del día 23 al 25 de mayo de 2010, la Fundación Deuda Interna lanza una declaración de fuerte apoyo institucional y de compromiso concreto con los reclamos de los Pueblos Originarios de Argentina en General y de las comunidades Wichí firmantes del Primer Manifiesto Wichí en particular.
Como puede leerse ampliando las dos páginas de la izquierda haciendo clik sobre las mismas, la declaración incluye la formación de la "Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina".

El accionar de la comisión, conformada también por dirigentes de las distintas comunidades aborígenes, comenzará a tomar testimonios lo antes posible por lo que informamos a todos los hermanos que hayan sido testigos de matanzas de aborígenes, que tengan un familiar o que conozcan de estos hechos, que se comuniquen con la Secretaria de la Fundación Deuda Interna, Lic. Mariana Calvo, a la dirección de correo marianacalvo@deudainterna.org o a su tel particular 03541-155 72213.

Fundación Deuda Interna

ADJUNTAMOS un video subido el martes pasado a YouTube muestra el ataque a balazos a Javier Chocobar, integrante de la Comunidad Indígena de Chuschagasta, Tucumán, que murió tras esa episodio.

Según publica el diario La Gaceta, la filmación fue realizada por Darío Amín, acusado de ser el autor material de los disparos.

El hecho. El video muestra una discusión entre Chocobar y los agresores, el pasado 12 de octubre de 2009 en Chuscha, al norte de Tucumán.

Ese día, Amín se presentó en una propiedad que se encuentra en disputa judicial y aseguró ser el propietario del terreno. Lo hizo acompañado de dos ex policías, José Valdivieso y Luis "El Niño" Gómez.

En un momento de la grabación, se ve que dos personas levantan sus armas y se oyen disparos.

Luego, la cámara cae al piso y los agresores escapan del lugar. El material fue encontrado por allegados a Chocobar, quienes lo aportaron como prueba a la causa.

La prueba. "El hecho que terminó con el asesinato del cacique Javier Chocobar no fue una simple riña de vecinos desaforados, como se presentó en la Justicia. Se trató de un acto premeditado, en el que los culpables actuaron con total impunidad", indicó Mario Quinteros, miembro de la comunidad indígena de Amaicha del Valle.

Ahora, comunidades originarias de Tucumán y otras partes del país participarán de una marcha masiva que partirá el miércoles 12 de La Quiaca y llegará a Tucumán el 14. "Allí aprovecharemos para hablar del crimen de Chocobar y de su trasfondo: el relevamiento territorial y el estado de sumisión en que ha vivido nuestro pueblo durante muchos años", indicó Quinteros.


jueves, 15 de abril de 2010

Desmanicomializar la Provincia de Córdoba: Una locura Sanitaria sumamente razonable.


*Por Emilio Iosa


“Vivenciar el manicomio es ver destrozada la creatividad, anestesiada la capacidad de sentir, mortificada nuestra condición humana y traicionadas las mejores vocaciones” dice el Dr. Jorge Pellegrini, actual vicegobernador de San Luis y pionero de la desmanicomialización puntana, en su libro “Salud es sin encierros”.

Esta frase nos golpea a los cordobeses con inusitada crudeza en la medida que puede ser leída como propia por el individuo participante de un equipo de salud, por el que estudia o enseña la teoría en la academia y por quien forma parte de una sociedad que contempla atónita y muchas veces “indiferente” una discusión histórica desde el punto de vista sanitario y social como es la “Ley de Salud Mental” y la puesta en práctica del “Plan de Reforma del Sistema de Salud Mental” encarado por el Estado Cordobés.

La frase del Dr. Pellegrini nos golpea en la medida que nos empuja a asumir, como individuos y como sociedad, una posición crítica con respecto al “Manicomio” (que es actualmente en nuestra provincia y lo ha sido desde su creación) parte casi excluyente dentro de “la oferta en salud mental”.

Esta oferta es para la Organización Mundial de la Salud y para muchos estados democráticos del mundo incuestionablemente obsoleta.

Obsoleta en la medida que destroza nuestra creatividad como sociedad y como miembros del equipo de salud, en la medida que anestesia nuestra capacidad de sentir, en la medida que mortifica la condición humana de la persona internada, de su familia, de su comunidad y de todo el equipo de individuos que ven traicionadas, a diario y repetidamente, sus mejores vocaciones.

Obsoleta desde el punto de vista médico y sanitario ya que no resuelve, ni acompaña sino que esconde y acumula.

Es obsoleta desde el punto de vista del derecho en la medida que significa una evidente restricción de la libertad individual y colectiva, cercenando con abrumadora impunidad el principio de autonomía.

“El Manicomio” es una oferta sanitaria a todas luces obsoleta.

También lo es desde el punto de vista legal en la medida que no cumple con la resolución 46/119 del año 1991 en la que Naciones Unidas fija los “Principios de Protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la Salud Mental”.

Tampoco acompaña a la “Declaración de la Asociación Mundial de Psiquiatría de 1989” (órgano consultor de Organización Mundial de la Salud) donde se decía como novedoso, hace ya 21 años, que “la internación compulsiva es una gran infracción a los derechos humanos y a las libertades fundamentales del paciente y debe llevarse a cabo con el principio de mínima restricción”

Esto último sumado a que la Convención Americana sobre Derechos Humanos del año 1979, conocida como “Pacto de San José de Costa Rica” (que tiene rango constitucional en nuestro país desde la reforma del 94) reconoce a los pacientes psiquiátricos los derechos de respeto por su vida, por su integridad física, psíquica y moral; reconoce también su derecho a la libertad y seguridad, a ser oídos por los jueces, a no ser discriminados etc.

“El Manicomio” como vemos, tal cual es, debe ser sin dudas aceptado como una oferta sanitaria obsoleta por los cordobeses. Y aquí comienza el desafío.

Pero en los temas complejos, complejas son las discusiones y múltiples las aristas discursivas utilizadas tanto por los defensores del manicomio (si es que existen aún tales rarezas) como por aquellos que intentamos poner en cuestión lo que en sociedad fuimos construyendo con el correr del tiempo como “la oferta de salud mental” en nuestra provincia: un monstruo hipertrofiado, inhumano e ineficaz y por sobre todas las cosas “obsoleto” llamado manicomio.

Pero por desgracia existe un tercer grupo en pugna, que escondiéndose tras el discurso “desmanicomializador y progresista” boicotea en la práctica concreta todo el esfuerzo político y del equipo de salud apuntado en esa dirección ya que en el fondo responde a intereses personales y corporativos que necesitan del manicomio para perpetuar sus beneficios.

Por otro lado es de esperar (y es deseable que así sea) que los amantes de las cifras sanitarias apunten sin dudar a los gastos, a descubrir en concreto si el estado invierte bien el dinero de los cordobeses y si por lo tanto “produce” buenos resultados sanitarios…

Pues bien, es en este caso y de manera llamativa, el propio Estado Cordobés el que está dispuesto a desenmascarar mediante estudios independientes y multicéntricos la ineficacia del manicomio.

“El 75% del presupuesto en salud mental de la Provincia de Córdoba es devorado por tres o cuatro instituciones psiquiátricas de modelo manicomial, por lo que vemos invertido el dinero de los cordobeses en algo declarado por “el mundo sanitario” como arcaico (si sólo de dinero se tratara la discusión) y por eso estamos convencidos de que es necesario encarar esta reforma” asegura el Dr. Emilio Filiponi, Director de Salud Mental de la Provincia.

Por lo visto, si de dinero se trata, la oferta de salud mental actual no es la más eficaz, es decir que no está produciendo buenos índices sanitarios, que son al fin y al cabo unos números helados que expresan nada más ni nada menos, si nuestro sistema de salud mental ayuda o no a las personas que lo necesitan a mejorar su calidad de vida.

Y si se trata de derechos humanos y de salud, de resultados sanitarios, de familia y participación comunitaria, de libertades individuales, de tolerancia y de diversidad, el “manicomio” tampoco puede sostenerse.

Porque ya no se sostiene el paradigma que lo cimienta y que consiste en un concepto colectivo de la salud mental que está siendo puesto seriamente en cuestión por todos los actores involucrados.

¿Y si se trata de trabajo?

¿Puede sostenerse un sistema herrumbrado y disfuncional con la excusa de “preservar” los puestos de trabajo de un equipo de salud que se fue “formando” con el correr de los años, a su servicio?

¿Puede ser “el miedo a perder el empleo” utilizado a manera de chicana para mantener al equipo de salud atrincherado defendiendo la existencia inalterable de este monstruo?

¿No es esta uno forma vil de subestimar al trabajador sanitario destrozando nuestra creatividad, anestesiando nuestra capacidad de sentir, mortificando nuestra condición humana y traicionando nuestras mejores vocaciones?

¿Es acaso que no nos creemos capaces como trabajadores de la salud, como intelectuales, como sociedad en conjunto, de “deconstruir el manicomio” y asumir el desafío tremendo que significa consensuar el sistema de salud mental que queremos los cordobeses?

Para ello necesitaremos puestos “de trabajo”.

Y de “mucho trabajo” si pretendemos estar a la altura de la historia, por lo que “la hipótesis del despojo y el desmantelamiento” esgrimida por los defensores de la estructura manicomial actual deberá ser apuntalada con mejores argumentos.

Deberemos esforzarnos en “transformar y deconstruir” nuestras propias construcciones edilicias y mentales.

Necesitaremos de gente que se sienta capaz de soñar un gran cambio sanitario y que se sepa invitada a discutir y generar el consenso necesario, desde la diversidad centrada en la honestidad, para llevar adelante este Plan de Reforma del Sistema de Salud Mental de la Provincia de Córdoba y para enriquecer la discusión del “Proyecto de Ley de Salud Mental” presentado al poder Legislativo por el Estado Cordobés, más allá de las mezquindades partidarias, políticas e ideológicas que siempre nos han llevado al naufragio.

Por suerte y para ejemplo de todos, ya existen instituciones psiquiátricas en nuestra provincia que han encarado honestamente este cambio, tal es el caso del equipo de salud del Hospital Colonia Santa María, liderado por el Dr. José Luis Fitó.

El mismo, expresó una frase que creo memorable en este sentido, cuando en el año 2005 le pregunté personalmente sobre el porqué de su trabajo, en el marco del video documental “Santa María de Punilla, ruega por nosotros pecadores”.

“La realidad es esta y no la acepto. No digo resignadamente es ésta. Digo es ésta y ahora veamos cómo la cambiamos” expresó Fitó.

Parece que el Estado Cordobés, en este caso, está dispuesto a generar los espacios de debate y participación, ya que partiendo de un escenario oscuro y hostil como es el manicomio, pretende generar los dispositivos de contención externa y comunitaria que permitan la accesibilidad de las personas al sistema de salud mental.

Y esto teniendo en cuenta que “la externación se presenta entonces, no sólo como una estrategia médica sino como una estrategia social, que involucra al conjunto de los actores de una comunidad” según el informe del Centro de Estudios Legales y Sociales para la Argentina (CELS).

Pues bien, creo que desde el lugar de las Organizaciones No Gubernamentales nos toca acompañar al Estado Cordobés en esta gesta, enriquecer la discusión, poner a prueba nuestra capacidad creativa y colaborar codo a codo con las instituciones del estado para “hacer posible el cambio cultural capaz de lograr que la población adquiera las ventajas del mayor conocimiento y destierre los prejuicios y preconceptos que permitan poner en la picota a los manicomios y al ideario que los sostiene” tal como sugiere el Dr. Jorge Pellegrini.

En fin, Desmanicomializar la Provincia de Córdoba es a mi entender “una locura sanitaria” teniendo en cuenta la envergadura del desafío, las poderosas resistencias y el tiempo de anquilosamiento del antiguo paradigma. Pero como hemos podido desglosar, es una “locura sanitaria sumamente razonable”.

Creo que Córdoba puede. Porque tiene el antecedente de una sociedad capaz, cuando se lo propone, de emprender con entusiasmo este tipo de gestas revolucionarias.


Emilio Iosa

Médico - Magíster en Salud Pública

Presidente de Fundación Deuda Interna

emilioiosa@deudainterna.org

www.deudainterna.org



jueves, 28 de enero de 2010

El Grito Bermejo

*Por Emilio Iosa (Artículo publicado por el diario cordobés "La Jornada" el Domingo 24 de Enero de 2010 y en la revista La Fuente, de la ciudad de Córdoba).

El Primer Manifiesto Wichí redactado en la localidad salteña de Misión Chaqueña es una antorcha de fuego que se enciende en medio de las sombras del Bicentenario Argentino.

El antropólogo brasileño Darcy Ribeiro escribía en su libro “Indianidades y venutopías” refiriéndose a la realidad de los pueblos originarios de América que… “ninguna revolución campesina resolverá los problemas de esas masas, para agregar, que tampoco las resolverá una revolución socialista si no asume, desde el inicio, la forma de una sublevación étnica cuyo objetivo sea quebrar y reestructurar por sobre nuevas bases el cuadro nacional”.
El Primer Manifiesto Wichí redactado y firmado en Septiembre de 2009 en la localidad de Misión Chaqueña, Provincia de Salta y expuesto a continuación, parece resumir con claridad meridiana la necesidad irrefrenable de la refundación de nuestra República.
Refundación que “debe” nacer junto a quienes eran hombres libres antes de la formación del Estado Argentino y “desde” quienes hace ya doscientos años sufren las consecuencias de la conquista, profundizadas por la Revolución de Mayo.
Una revolución que, lejos de incluir la diversidad y la riqueza cultural de los pueblos originarios al “Proyecto Nacional”, los juzgó más temprano que tarde, como el mayor estorbo para el desarrollo de “nuestra civilización” dedicándose al exterminio sistemático de “su barbarie”, perpetuando este proceso hasta nuestros días enmascarado de diferentes formas y ocultado oficialmente de manera vergonzante.
Un sólo ejemplo de ello es la imborrable crudeza de uno de los episodios más aberrantes de nuestra historia, que sucedió en el Territorio Nacional del Chaco, en el paraje de Napalpí, en 1924, donde fueron masacrados (incluyendo mujeres y niños) por orden del entonces gobernador, centenares de peones rurales aborígenes tobas y mocovíes, tras la primer huelga indígena que se conoce, en reclamo de las terribles condiciones en las que habían sido empujados a trabajar, tanto en los obrajes como en la cosecha del algodón. Sumado a esto, “en octubre de 1947, durante el segundo año del primer gobierno de Juan Domingo Perón, en un paraje llamado La Bomba, cientos de personas pertenecientes al pueblo Pilagá fueron asesinadas. El miedo sembrado por el Estado cubrió los hechos con un manto de silencio. A más de sesenta años de la masacre, los sobrevivientes revelan detalles de lo ocurrido en un documental que demandó a su directora más de tres años de investigación en la provincia de Formosa y en archivos oficiales” relata la sinopsis del documental “Octubre Pilagá” recientemente presentado en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires.
Es por esto que hablamos de un exterminio que ha sido además, sistemáticamente silenciado y dejado de lado incluso de la agenda de los más acérrimos defensores de los “derechos humanos” que parecen olvidar (con un costo inmenso para el imaginario colectivo de nuestro país) que el mayor genocidio nacional no es patrimonio exclusivo de las dictaduras militares y que, vergonzosamente, no ha finalizado con el último golpe.

Como hemos podido personalmente constatar, numerosos testimonios de aborígenes en la actualidad hablan de la existencia de “Fosas Comunes” en medio del monte y de lugares “Malditos”. En ellos se relatan terribles matanzas colectivas relativamente recientes, por lo que estamos intentando desde Fundación Deuda Interna, sin éxito por el momento, que sean investigadas oficialmente, con la intención de comenzar a sacar a la luz en el “bicentenario” las razones que nos mueven a decir que los argentinos tenemos, con la excusa de esta fecha simbólica, muy poco para festejar y mucho para rememorar.
Hablamos de un exterminio que simbólicamente comienza cuando el primer hombre blanco pisa suelo indoamericano con intención de conquista (acto sobre el cual no nos cabe responsabilidad alguna obviamente) pero que es perpetuado por un Estado Nacional al cual pertenecemos y aceptamos, manteniendo en el oprobio a nuestros hermanos originarios mediante prácticas rutinarias y conocidas como el abuso de poder, la impunidad y la complicidad con que grandes terratenientes (en general grandes usurpadores de suelo aborigen) desmontan, saquean y envenenan con el guiño cómplice del poder político de turno, un territorio que ha sido desde tiempos inmemoriales de quienes son hoy cotidianamente marginados del “Proyecto Nacional”, sin hablar de su situación sanitaria y del escaso cumplimiento real de la educación bilingüe.
Hablamos de un Estado Nacional que desde su fundación fue genocida, enviando a la campaña del desierto al General Roca, quien aniquilara a miles de hermanos nuestros y quien sin embargo, es la figura principal actual de nuestro papel moneda.
Hablamos de un Estado Nacional que usa el disfraz de federal siendo unitario y que con la bandera de la igualdad oculta la realidad de su interior profundo, siendo manejado por un sistema político que bajo la pantomima de trabajar para el pueblo, está al servicio de un poder económico transnacional que lo gobierna y que por lo tanto, lo obliga a la traición diaria de los más altos ideales de la Patria.
Sin embargo, y a pesar de la cantidad de daño acumulado, del dolor hermano que día a día se enfrenta con la indiferencia colectiva de una sociedad occidental empantanada en “su vieja política” (que no es otra cosa que la ausencia absoluta de un proyecto nacional superador de lo que ahora estupefactos observamos como “nuestra barbarie”) el Primer Manifiesto Wichí parece invitar a la Argentina toda a volver a soñar una gesta capaz de movilizarnos nuevamente, donde … la victoria de los oprimidos sea la liberación de todos, incluso de los opresores, como sugería Carl Marx.
Volver a soñar una Argentina para “re-fundar” es quizás lo más cercano a un gran delirio, pero creo que a partir de “delirios” se han realizado las grandes gestas de la humanidad… La mediocridad y la mezquindad humanas están siempre emprendiendo proyectos “razonables”.
Personalmente quisiera no haber tenido que comentar siquiera el Primer Manifiesto del Pueblo Wichí porque creo que es en sí mismo un mensaje que se explica y porque ha sido parido por muchos hombres y mujeres luego de casi diez días de la discusión más democrática a la que haya tenido el honor de participar.
Quien lea “con su corazón” el Primer Manifiesto Wichí sabrá que las aguas del alma se dividen en un antes y un después de la finalización de su lectura y podrá optar entre dos caminos; el de la indiferencia surgida desde lo profundo del miedo a un gran cambio o el del compromiso visceral de quien tiene la certeza de haber sentido en lo más íntimo de su ser este “llamado” de los hermanos originarios del Pueblo Wichí.
Llamado que pareciera invitarnos a la construcción conjunta de un “algo” completamente nuevo, que viene desde quienes pisaron este suelo, amándolo como su tierra, desde tiempos inmemoriales.
Es por ello que se está organizando en la localidad de Misión Chaqueña, Provincia de Salta, el Primer Congreso Nacional para la Unión de los Pueblos Originarios de Argentina, que se llevará a cabo durante la “Semana de Mayo del Bicentenario”, sin ningún tipo de apoyo oficial por el momento ni del gobierno, ni del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, pero con el esfuerzo grupal de las diferentes comisiones formadas en Misión Chaqueña y en otras localidades, que muchas veces sin recursos, sin alimento y en bicicleta, recorren los polvorientos caminos que unen las comunidades del Pueblo Wichí comunicando a los hermanos la necesidad de juntarse, en las condiciones que sea y como sea, para discutir y firmar el documento TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina).
Nuestra sociedad, invitada a sumarse debería, como decía Ribeiro… “tomar del indio su curiosidad esencial, su capacidad de maravillarse del mundo, su sano impulso hacia la belleza, el vigor de su deseo, y sobre todo, su sentido de solidaridad y su forma de relacionarse con la naturaleza”.
Desde el corazón del bosque Impenetrable Chaqueño nos llega este texto surgido de un proceso que ya está escribiendo nuestra historia y que a mi juicio personal, forma parte de lo poco que vale la pena festejar en este bicentenario.

PRIMER MANIFIESTO WICHÍ DE MISIÓN CHAQUEÑA (04/09/09)

Hoy decimos BASTA.

La DESUNIÓN de nuestro pueblo ha sido hasta hoy alimento para nuestros opresores y hambre para nuestros niños.

La DESUNIÓN de nuestro pueblo ha sido hasta hoy trabajo y riqueza para nuestros opresores y ha sido pobreza y falta de trabajo para nuestros jóvenes, para nuestros hombres y nuestras mujeres.

La DESUNIÓN de nuestro pueblo ha mal vendido hasta hoy el trabajo de nuestros artesanos y ha enriquecido a usurpadores y a oportunistas.

La DESUNIÓN de nuestro pueblo ha sido hasta hoy motivo de desarrollo para quienes nos explotan y sólo ha traído atraso para quienes intentan progresar con el sudor de su frente y la sangre de sus manos.

La DESUNIÓN de nuestro pueblo ha dejado hasta hoy sin educación a nuestros hijos mientras el opresor vive y crece de nuestra ignorancia.

La DESUNIÓN de nuestro pueblo a dejado a nuestros abuelos sin salud, a nuestras madres sin salud, sin salud a nuestros hijos y nietos, olvidados como flores secas, porque el opresor nos usa mientras nuestro cuerpo aguanta y nos tira como basura cuando estamos enfermos a causa de tanto hambre, tanto dolor y tanta miseria.

NUESTRA DESUNIÓN ha sido causa de que miremos sin ver como el opresor destruye nuestro monte y escupe nuestra tierra para enriquecerse solo, sin importarle el futuro de las generaciones que aún no han nacido.


NUESTRA DESUNIÓN es nuestra DEBILIDAD.

NUESTRA DESUNIÓN es la fuerza de los opresores que necesitan a nuestro pueblo débil.

Nuestra DESUNIÓN es NUESTRA y porque es nuestra hoy decimos BASTA.


HOY DECIMOS:

UNIÓN para crecer entre todos.
UNIÓN para que termine el hambre.
UNIÓN para la dignidad de nuestro trabajo.
UNIÓN para que perdure nuestro idioma y nuestra cultura.
UNIÓN para la salud de nuestros abuelos, madres y niños.
UNIÓN para proteger a nuestros ancianos.
UNIÓN para que perdure el monte al que le debemos nuestra vida, fuente inagotable de nuestros alimentos tradicionales. Unión para que el monte sea vida para todos los hombres y mujeres del futuro.
UNIÓN para que el agua del río no sea contaminada con el veneno de las fumigaciones y podamos seguir viviendo de la pesca y beber el agua cristalina de su fuente.
UNIÓN para conservar y difundir el conocimiento medicinal tradicional de los pueblos originarios que durante siglos hemos aprendido de nuestros ancestros.
UNIÓN para que venga un día claro y próspero para todo nuestro pueblo.

Hoy decidimos unirnos para decir BASTA.

Quien firme este manifiesto se comprometerá como hombre y como mujer libre de este pueblo a actuar siempre para la UNIÓN.
A trabajar para la UNIÓN. A comunicar el por qué, el para qué y el para quién de la UNIÓN a todos los hermanos que no crean en ella.

Quien firme este manifiesto sabrá en su corazón que la UNIÓN es NUESTRA FUERZA y entonces hablará con la verdad, pensará con la verdad y actuará con la verdad para fortalecer la UNIÓN DE NUESTRO PUEBLO.

• Los dirigentes de TODAS LAS COMISIONES DE NUESTRO PUEBLO se comprometen.
• Todas las mujeres y todos los hombres se comprometen.
• Los jóvenes que son el futuro se comprometen.



UNIÓN para tener FUERZA.

FUERZA para enfrentar la noche oscura.

COMPROMISO para ayudarnos entre todos.

EJEMPLO para que nuestros hermanos confíen y para que vuelvan los que se aparten de las bases inamovibles de este manifiesto.

AMOR para ser cada día más hermanos.

DEMOCRACIA para que el que mande, mande obedeciendo a su pueblo.

LIBERTAD para poder decidir nuestro destino.

INDEPENDENCIA para ser dueños de nuestro sueño.

JUSTICIA para que todos seamos tratados de igual manera y para que nadie tenga privilegios sobre sus hermanos.

VERDAD para que amanezca un sueño grande para todo nuestro pueblo y para que ese sueño se multiplique hacia todos los pueblos del mundo.

Quien a sus manos le llegue este manifiesto que lo guarde en su corazón, que lo comunique con la palabra, que lo defienda con la vida si es necesario.

Los abajo firmantes somos hombres y mujeres libres de este pueblo.

*Médico Cirujano, Magíster en Salud Pública egresado de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Nacional de Córdoba, Presidente de Fundación Deuda Interna.

Referencias bibliográficas y lecturas recomendadas:

*Darcy Riveiro, Indianidades y Venutopías, Serie Antropológica, Ediciones del Sol – CEHASS, 1992
*Pedro Jorge Solans, Crímenes en Sangre, Librería de La Paz, 2008.
*Francisco Romero, Culturicidio, Librería de la Paz, 2009.

Contactos:
emilioiosa@deudainterna.org
www.deudainterna.org
www.comisionterritorialwichi.blogspot.com

Adjunto el adelanto de una película que nos ilustra más en este aspecto felicitando a sus realizadores y alentando a todos los hermanos originarios que están investigando a pulmón las fosas comunes existentes en todo el impenetrable, prueba clarísima del genocidio llevado adelante por el estado nacional.

SINOPSIS

En octubre de 1947, segundo año del primer gobierno de Juan Domingo Perón, en un paraje llamado La Bomba, al norte de Argentina, cientos de personas pertenecientes al pueblo Pilagá fueron asesinadas.

El miedo sembrado por el Estado cubrió los hechos con un manto de silencio.

A más de sesenta años de la masacre, los sobrevivientes revelan detalles de lo ocurrido en un documental que demandó a su directora más de tres años de investigación en la provincia de Formosa y en archivos oficiales.

FICHA TÉCNICA
Título: OCTUBRE PILAGÁ, relatos sobre el silencio.
Producción: Valeria Mapelman, Georgina Barreiro
Investigación: Valeria Mapelman, Ulises Gonzalez, Lionel Bravo
Montaje: Valeria Mapelman, Georgina Barreiro
Diseño de Montaje: Marco Grossi, Andrea Chignoli
Diseño Musical: Marcelo Mapelman
Mezcla y edición de sonido: Alejandro Seba, Martín Cugnoni, Jerónimo Kohn.
Guión y dirección: Valeria Mapelman
Argentina – 80 minutos – DV Cam

BIOGRAFÍA DE LA DIRECTORA
Nacida en Buenos Aires, Valeria Mapelman trabaja en Chile durante diez años como asistente de dirección. En 2001 regresa a la Argentina para co-dirigir Mbya, Tierra en Rojo, un documental filmado en las comunidades del Valle de Kuña Pirú, que obtuvo numerosos reconocimientos en festivales nacionales e internacionales y tuvo su premier en Bafici 2006 donde ganó el premio a mejor película de DDHH.En 2005 comienza a trabajar junto a los sobrevivientes del genocidio sufrido por el pueblo Pilagá en 1947, y produce y dirige OCTUBRE PILAGA, relatos sobre el silencio, como resultado de la recopilación de estas memorias.


OCTUBRE PILAGÁ

octubrepilaga@gmail.com
http://www.octubrepilaga.com.ar/