“Daño colateral periodístico” El resultado final de las condenas sin juicio.
Los profesionales del Hospital Domingo Funes de la localidad de Santa María de Punilla, Provincia de Córdoba, Argentina, hemos sido testigos (y de alguna extraña manera cómplices) de la repetición circular de un hecho insospechablemente dañino para nuestra sociedad y el desarrollo democrático de sus ciudadanos.
Hemos presenciado una vez más el deterioro de nuestras instituciones y del estado de derecho.
De ninguna manera estas líneas intentan siquiera esbozar una defensa sobre las personas o la institución sospechada de un hecho delictivo del calibre que significa la venta de menores. Bajo ningún aspecto intentaremos disimular, camuflar o solapar lo que debe ser investigado hasta las últimas consecuencias.
Pero lo que con seguridad no haremos será callarnos ante la defenestración, la injuria y la calumnia gratuita y mediática de quienes se dedican a vender desinformación a los ciudadanos con el liviano objetivo de utilizar una denuncia (que aún no ha sido probada ni sentenciada) para aumentar las arcas de algunos medios masivos de comunicación.
Es este un llamado a la ciudadanía. Un llamado que no intenta otra cosa que demostrar lo dañino de una práctica repetida y vulgar utilizada por gran parte de la prensa. Una práctica consistente en divulgar (con absoluta liviandad y amarillismo) nombres y apellidos de profesionales que no han sido sentenciados aún por la justicia. Una práctica que no tiene otro destino que el de producir lo que podría denominarse “daño colateral periodístico”; es decir el resultado final de las condenas sin previo juicio.
Entiéndase que abogamos por el derecho de todos los ciudadanos a disponer de una información fidedigna, basada más en hechos concretos que en especulaciones difusas.
Una información proveniente de una prensa centrada más en el desarrollo y progreso del estado de derecho y menos en la venta de historietas inconsistentes y tremendistas.
Es de suma importancia que la ciudadanía comprenda que una vez investigado, juzgado y sentenciado un hecho delictivo realizado individualmente por un profesional médico, o en forma colectiva y organizada por las personas que componen una institución pública, aprobamos y promovemos su difusión de manera completa y transparente para que pueda ser condenado, no solo por la justicia, sino por la sociedad toda.
Existen a diario numerosísimos actos de heroísmo realizados por profesionales y personas que trabajan en las instituciones de salud pública.
Desgraciadamente son olvidados por gran parte de una prensa que no duda en incluir en el saco de la delincuencia a un grupo de abnegados seres humanos que (en condiciones muchas veces lamentables) prestan un servicio incalculable para los ciudadanos menos favorecidos de nuestro país.
Es nuestro deseo que juntos realicemos la autocrítica pertinente. Y centrados en el anhelo del desarrollo y crecimiento de nuestro país luchemos diariamente por la seriedad y veracidad de la información que con derecho reclamamos.
Dr.Mariano Emilio Iosa
Año 2005
Escrito en relación a las denuncias televisivas y radiales sobre la venta de menores en el Hospital Domingo Funes. La Justicia de Córdoba, luego de investigar, falló negando absolutamente la veracidad y el fundamento de tal denuncia. Este acto ensució el buen nombre de numerosos colegas que jamás pudieron tener un derecho a réplica en los mismos medios que los calumniaron.
Los profesionales del Hospital Domingo Funes de la localidad de Santa María de Punilla, Provincia de Córdoba, Argentina, hemos sido testigos (y de alguna extraña manera cómplices) de la repetición circular de un hecho insospechablemente dañino para nuestra sociedad y el desarrollo democrático de sus ciudadanos.
Hemos presenciado una vez más el deterioro de nuestras instituciones y del estado de derecho.
De ninguna manera estas líneas intentan siquiera esbozar una defensa sobre las personas o la institución sospechada de un hecho delictivo del calibre que significa la venta de menores. Bajo ningún aspecto intentaremos disimular, camuflar o solapar lo que debe ser investigado hasta las últimas consecuencias.
Pero lo que con seguridad no haremos será callarnos ante la defenestración, la injuria y la calumnia gratuita y mediática de quienes se dedican a vender desinformación a los ciudadanos con el liviano objetivo de utilizar una denuncia (que aún no ha sido probada ni sentenciada) para aumentar las arcas de algunos medios masivos de comunicación.
Es este un llamado a la ciudadanía. Un llamado que no intenta otra cosa que demostrar lo dañino de una práctica repetida y vulgar utilizada por gran parte de la prensa. Una práctica consistente en divulgar (con absoluta liviandad y amarillismo) nombres y apellidos de profesionales que no han sido sentenciados aún por la justicia. Una práctica que no tiene otro destino que el de producir lo que podría denominarse “daño colateral periodístico”; es decir el resultado final de las condenas sin previo juicio.
Entiéndase que abogamos por el derecho de todos los ciudadanos a disponer de una información fidedigna, basada más en hechos concretos que en especulaciones difusas.
Una información proveniente de una prensa centrada más en el desarrollo y progreso del estado de derecho y menos en la venta de historietas inconsistentes y tremendistas.
Es de suma importancia que la ciudadanía comprenda que una vez investigado, juzgado y sentenciado un hecho delictivo realizado individualmente por un profesional médico, o en forma colectiva y organizada por las personas que componen una institución pública, aprobamos y promovemos su difusión de manera completa y transparente para que pueda ser condenado, no solo por la justicia, sino por la sociedad toda.
Existen a diario numerosísimos actos de heroísmo realizados por profesionales y personas que trabajan en las instituciones de salud pública.
Desgraciadamente son olvidados por gran parte de una prensa que no duda en incluir en el saco de la delincuencia a un grupo de abnegados seres humanos que (en condiciones muchas veces lamentables) prestan un servicio incalculable para los ciudadanos menos favorecidos de nuestro país.
Es nuestro deseo que juntos realicemos la autocrítica pertinente. Y centrados en el anhelo del desarrollo y crecimiento de nuestro país luchemos diariamente por la seriedad y veracidad de la información que con derecho reclamamos.
Dr.Mariano Emilio Iosa
Año 2005
Escrito en relación a las denuncias televisivas y radiales sobre la venta de menores en el Hospital Domingo Funes. La Justicia de Córdoba, luego de investigar, falló negando absolutamente la veracidad y el fundamento de tal denuncia. Este acto ensució el buen nombre de numerosos colegas que jamás pudieron tener un derecho a réplica en los mismos medios que los calumniaron.
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