jueves, 21 de junio de 2012

Cuentas claras: el saldo positivo de nuestras pérdidas.


En el año 2007 la Fundación Deuda Interna obtenía en Inspección de Personas Jurídicas de la Provincia de Córdoba la resolución que le diera nacimiento como persona jurídica (sin antes tener que apelar por medio de un abogado un planteo de dicha jurisdicción estatal sobre la incompatibilidad del nombre propuesto, con el objeto social de nuestra ONG).
Han pasado desde entonces 5 años. Haciendo un balance del camino recorrido podemos dar cuenta a quienes confiaron en nosotros y a la sociedad toda, que nuestra institución ha transitado, no exenta de dificultades, el camino de la coherencia.
Comenzando a trabajar por los objetivos propuestos sin recursos financieros, hemos dispuesto durante estos años de un presupuesto promedio de $1000 mensuales para realizar nuestra tarea, cerrando el balance anual del presente año con una pérdida de $2568 como consta en el informe que se adjunta.
Desde el punto de vista economicista del mercado hemos sin duda fracasado, pero consideramos también que ese fracaso forma parte de los tantos absurdos previsibles.
Queremos enfocarnos por lo tanto en el saldo positivo de las pérdidas, en los frutos del esfuerzo realizado muchas veces en situaciones sumamente adversas y enfrentando tremendas dificultades, no solo de índole económico.
Sin lugar a dudas tenemos muchísimos logros por enumerar en las distintas áreas de Fundación Deuda Interna, por ejemplo en la de Producción Audiovisual, en la cual se han realizado cerca de diez vídeos documentales donde todos han obtenido reconocimiento y premios en festivales internacionales de cine médico y científico.
O en el ámbito de las políticas antimanicomiales recibiendo por parte del estado cordobés el Premio Armando Bauleo 2011 a la tarea desmanicomializadora en Córdoba.
Pero queríamos destacar tres situaciones, que más que logros son caminos que hemos ayudado a marcar y profundizar.
Primero el apoyo a la lucha territorial de las comunidades indígenas de Argentina desde el momento de la redacción y firma del Primer Manifiesto Wichí en septiembre de 2009 y del Documento TIERRA (Tratado Interétnico para la Refundación de la República Argentina 2010, 2011 y 2012).
En los mismos, nuestra institución ha tenido el grandísimo honor de formar parte activa de su redacción y firma y tiene el orgullo de seguir el camino marcado por los Pueblos Originarios de Argentina.
En segundo lugar, nuestra institución junto a miembros de la comunidad Wichí de Misión Chaqueña ha dado nacimiento a la “Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina” recibiendo la adhesión y beneplácito de la Universidad Nacional de Córdoba, del Poder Legislativo de la Provincia de Córdoba, de la Provincia de San Luis, del Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y recientemente de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Junto a esta institución naciente hemos presentado ya una medida cautelar en la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina por la presencia de Fosas Comunes en el Chaco Salteño y hemos realizado una investigación sumamente importante y necesaria junto a las comunidades Wichí que sufrieron el terrorismo de estado tanto en períodos dictatoriales como democráticos. Hemos elevado además una demanda en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y lejos de quedarnos de brazos cruzados aguardando los resultados de dicha resolución, continuamos investigando y visibilizando este trabajo en el ámbito de la ciencia por medio de un estudio de psiquiatría comunitaria titulado “Transmisión transgeneracional del trauma psicosocial en comunidades indígenas de Argentina”.
En tercer lugar hemos desarrollado y puesto en marcha el “Hospital Comunitario Móvil Dr. Salvador Mazza”, www.hospitalmovil.com.ar un proyecto sanitario intercultural que creemos capás de un cambio de paradigma en la atención sanitaria pública, traccionando políticas de estado que contemplen la necesidad de superar la barrera de inaccesibilidad a los servicios de salud que sufren las comunidades más vulneradas de nuestra patria.
Necesitamos la suma de compromisos. Hemos podido dar cuenta que para convencer es imprescindible antes que nada estar convencidos.
En estos cinco años podemos decir que hemos perdido dinero, es cierto. Pero también podemos decir, con absoluta franqueza, que no sólo estamos orgullosos de haberlo hecho, sino que duplicaremos los esfuerzos tendientes a profundizar y honrar con lo mejor de nosotros mismos el camino recorrido.

Emilio Iosa
Presidente de Fundación Deuda Interna